lunes, 26 de marzo de 2012

Los Grammy Awards ya no premian a lo mejor de la música, y menosprecia el género latino.

Wikio


El prestigioso y codiciado gramófono dorado. Foto: WBEZ91.5
Es muy triste tener que reconocer que lo equivalente a los Óscar Awards, que premian a lo mejor del cine, sean los Grammy Awards los encargados de galardonar a lo que supuestamente es lo mejor de la música internacional, y es que desde hace décadas se ha cuestionado si estos premios del gramófono dorados realmente certifican lo mejor de la industria musical grabada.

Fue a partir de 1990 cuando los expertos de la Academia se empezaron a revelar y a cuestionar la labor de los Grammy, después de haber reconocido como mejor artista nuevo al dúo Milli Vanilli, que años más tarde se reveló que la agrupación solamente ponía la imagen, pues las canciones de todos su discos habían sido grabadas con la voz de otros cantantes. Desde ese año los premios han perdido prestigio, pero eso sí, se siguen considerando como “lo mejor de la música”.

La National Academy of Recording Arts & Sciences (NARAS) fue la organización encargada de crear  en 1958 estos premios supuestamente dedicados a la excelencia en logros musicales.

A diferencia de los también afamados Premios Billboard, que se otorgan según el factor de popularidad de los artistas, los Grammy se conceden por votación de un jurado experto y que supuestamente tienen una amplia trayectoria en la industria musical.

En un principio, la naturaleza de los Grammy era premiar a lo mejor de la música, basándose primordialmente en el talento, no en las altas ventas discográficas, ni en la proyección internacional, que acaban construyendo todo un fenómeno musical. Hoy ganar este premio no tiene nada que ver con talento, eso era cuando Frank Sinatra y otros grandes eran galardonados con el gramófono dorado. 

Adele en los Grammy 2012. Foto: International Business Times
Desde hace unos años los Grammy ya pueden ser predichos con anticipación sobre quién ganará en cada categoría; como ocurrió recientemente en su última edición, en que hasta el ser más ignorante y alejado de la música actual podía saber que Adele iba a ser multipremiada en los Grammy.

Y no es que esta joven cantante inglesa no se haya merecido estos premios, simplemente es increíble que prácticamente en todas las categorías en las que ella estaba nominada, ella se hiciera acreedora a la presea, poco le faltó para estar nominada y ganar en la sección “tropical” del género latino.

En los Grammy tampoco es galardonado aquel cantante o banda que más ventas haya alcanzado en el año, tampoco por la cantidad de difusión radiofónica que haya obtenido. Estos premios ahora se otorgan a quien compra el premio; es decir, tiene que ver con las compañías discográficas que adquieren innumerables puestos como Miembros Generales de la Academia para votar a favor de sus artistas.


Pero independientemente del interés económico en que se basan los Grammy para premiar a la música, también existe otra cuestión pertinente a discutir o criticar, y es que la música latina absolutamente menospreciada, no en vano desde el 2000 se realizan los Grammy Latin, que consisten en un ceremonia completamente independiente, de menor glamour y con unos premios de menor prestigio que los Grammy “anglosajones”, incluso con menos categorías, ya que los la versión latina cuenta con sólo cincuenta categorías, mientras que los Grammy Awards tiene 105 categorías en treinta géneros musicales.

La música latina en los Grammy Awards solamente cuenta con tres categorías, mientras que la música Gospel cuenta con ocho, aun cuando el género latino que va desde la salsa de Celia Cruz, pasando por el rock de CaféTacuba, la ranchera de Vicente Fernández, el pop de Paulina Rubio, el merengue de Elvis Crespo o la balada de Ricardo Montaner, se consume mucho más que otros géneros y son una fuerza creativa y económica en Estados Unidos.
A pesar de todo esto, la prensa nacional en internacional dedica una gran cobertura en sus secciones culturales a estos premios de contexto estadounidense, que forman un simple reflejo carente de crítica de los intereses comerciales de las industrias musicales de Estados Unidos, y lo más grave de todo esto es que nosotros fomentamos y consumimos esta información de una manera muy complaciente.


En realidad la intensión obvia de los premios Grammy es beneficiar solamente a un sector musical, a un grupo de artistas y empresas musicales que buscan promover sus productos, y aunque sean realmente talentosos, no son los únicos. Los ganadores de los Grammy en los últimos años son un reflejo de los intereses políticos, sociales, artísticos y económicos tanto de la industria musical como de Estados Unidos, que a través de los miembros que votan en la Academia, defienden y preservan sus intereses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario